jueves, 5 de junio de 2014

Paramahansa Yoganada.

He venido a deciros todo acerca de El,
y de como aprisionarlo en vuestro corazón
y de las disciplinas que propicia Su gracia.
A aquellos de vosotros que me habéis pedido
que os conduzca a la presencia de mi Bienamado,
os apercibo con la muda palabra de mi mente,
o bien os hablo con una leve mirada sugerente,
o también con un dulce murmullo de amor,
o en voz alta os disuado cuando os apartáis de El.
Pero cuando yo ya no sea sino solo un recuerdo
o una imagen mental, o una voz que se escucha en silencio;
cuando ningún llamado de esta tierra pueda ya revelar
mi sitio en el espacio insondable;
cuando ni la suplica débil ni el mandato estentóreo
puedan ya obtener de mi una respuesta,
entonces sonreiré en vuestra mente cuando estéis en lo justo,
y cuando no lo esteis lloraré con mis ojos
y os estaré observando desde la oscuridad,
o quizás también llore con vuestro propio llanto.
Os hablaré en murmullo desde vuestra conciencia;
con vuestra propia razón razonaré en vosotros,
y a todos amarè con vuestro propio amor.
Cuando ya no podáis venir a hablar conmigo,
Leed Susurros de la Madre Eterna;
eternamente os hablare a través de ellos.